Con Neptuno en su mezcla de Venus y Urano, no es de extrañar que Miley se haya sentido atraída por lo místico, la astrología, lo surreal y lo psicodélico. La influencia de Neptuno en la casa 9 sugiere que ella no solo busca placer físico, sino experiencias que la conecten con un plano más elevado y trascendental. El uso de sustancias alucinógenas, como los hongos, no solo la lleva a una exploración personal profunda, sino que también refuerza su visión de la sanación espiritual a través de la naturaleza hasta cierto límite (Capricornio). Esta influencia hace que sus experiencias con los psicodélicos no sean solo para escaparse, sino como una herramienta para transformarse y trascender.

Casa 9 en llamas: la popstar filósofa

Esa triple conjunción está a pasitos de la casa 9, lo que convierte a Miley en una exploradora de la conciencia, una predicadora alternativa. Desde muy joven se mostró interesada en la espiritualidad, los viajes internos y externos, el sentido de la vida. Lo expresó a través de su arte: discos conceptuales, looks que parecen rituales chamánicos y declaraciones que hacen temblar a los religiosos más conservadores.

Pero también hay un punto clave que conecta directamente su carta con uno de los momentos más decisivos de su carrera: la ruptura con Hannah Montana.

“Quería llamar la atención porque me estaba separando de un personaje que había interpretado.”

Ese alejamiento no fue solo un capricho adolescente ni una estrategia de marketing. Fue un acto existencial. El paso de la casa 8 (transformación profunda) a la casa 9 (búsqueda de sentido, imagen pública, creencias) se volvió literal en su vida. Su transición de estrella de Disney a ícono del escándalo no es solo un cambio de imagen. Es una manifestación de su Ascendente Tauro, que busca estabilidad, pero que con el paso de los años se ve arrastrado por las fuerzas disruptivas de Urano y Neptuno en su Venus. Al final, Miley estaba tomando una decisión astrológica: buscar su verdadera esencia a través del caos.

Luna en Escorpio: vínculos familiares intensos

Miley tiene la Luna en Escorpio en su carta tropical, en oposición a su Ascendente en Tauro. Este aspecto revela una relación emocional profunda, especialmente con su madre, pero también una dinámica marcada por cierta tensión.

La Luna en Escorpio nos habla de madres algo manipuladoras. La relación con su madre, Tish Cyrus, ha sido especialmente significativa. Tish no solo ha sido una madre protectora, sino que también ha jugado un papel clave en la carrera de Miley, tomando decisiones importantes y estando muy involucrada tanto en su vida personal como profesional. Sin embargo, la Luna en Escorpio puede generar tensiones, ya que a veces hay un juego de poder y control en la relación, donde Miley puede sentir que su independencia emocional se ve comprometida.

En cuanto a los hermanos, la Luna en Escorpio en recepción mutua con Marte en Cáncer en la casa 3 refuerza una relación emocional intensa con ellos, lo que puede haber traído rivalidades o conflictos. Miley, como muchos de nosotros, ha tenido momentos de tensión con su hermano Braison, lo que no es raro en familias tan expuestas. Pero, como ocurre con las configuraciones escorpianas, esos conflictos también pueden ser catalizadores para transformaciones personales.

Personalidad

En resumen, Miley es una paradoja con patas. Por un lado, su Ascendente en Tauro le da una presencia estable, sensual, magnética. Pero no hay que dejarse engañar. Esa tierra fértil está atravesada por relámpagos. El regente de su Ascendente, Venus, está en conjunción con Urano y Neptuno, lo que convierte su identidad en un campo de fuerzas contradictorias. Ella necesita seguridad, sí, pero solo para tener una base desde donde volar. Hay en Miley una necesidad visceral de romper moldes, de habitar los extremos. Es la artista que puede estar descalza en una granja… y minutos después sobre un escenario con alas de mariposa, fumando hierba y gritando por la libertad sexual. Esa es Miley: una hija de Venus, pero criada por Urano y Neptuno.